Hola, hola!
Hoy vengo a hablaros de una de mis «taras» personales…voy a llamarlo Acojone Maternal porque aunque sé que a muchas mamis les ocurre, no encontré un nombre científico para esta patología.
Desde que tengo uso de razón me he considerado una persona fuerte y segura, nunca había tenido motivos para dudar de estas dos condiciones (y eso que algunas veces he hecho cosas que de solo pensarlo ahora me echo las manos a la cabeza). No me malentendáis, sigo siendo así en casi todos los aspectos de mi vida y si hace falta me enfrento a lo que sea.
El acojone maternal vino hace cinco años y un par de meses y además vino para quedarse. Con el nacimiento de mi primera hija, llegaron unos bichitos que no dejan de chincharme…los miedos. ¿A que? A todo lo que pueda afectar a mis hijos de manera negativa en general y a que les pasen cosas muy graves en particular.
Creo que la sobre información a la que estamos expuestos hoy en día a través de rrss e internet ha contribuido de manera importante en estos miedos. Las cosas buenas que ocurren en el mundo no son noticia y esto nos hace mucho más morbosos e incluso masoquistas. Me refiero a que cada vez que abro Facebook, hay algún vídeo o noticia que hace que se me revuelva el estómago: mira que fácil es raptar a tu hijo, casos de asesinatos a niños a manos de sus propios padres o parejas de estos, violaciones, bebés robados, violencia de género, secuestros, accidentes, casos de abuso de menores, y así un sin fin de cosas horribles… Que me paro a pensar y me pregunto hasta que punto sería mejor vivir en la feliz ignorancia? Toda la vida han pasado cosas así de malas y es cierto que con la información que tenemos ahora se puede y debemos luchar contra ellas, pero a mi me están volviendo paranoica porque no solo tendríamos que ver este tipo de cosas, necesitamos ver lo realmente bueno de la humanidad, que por cada una de esas horribles cosas también ocurren cosas buenas (buenas de verdad, no el postureo y las vidas de cuento de hadas absolutamente falsas que nos venden en Instagram).
Como anécdota os voy a contar que la primera vez que salí de casa con mi bebé, me senté en una terraza a tomar algo y no fui capaz de soltar la barra del carricoche por miedo a que viniera alguien y se lo llevara, esto con tres dias que tenía la niña. Cuando cumpla 15 y me diga que sale de copas con sus amigas…espero que Amazon ya tenga en su catálogo unas AK-47 modelo mamá gallina para las salidas nocturnas de tu hija ;).
Evidentemente cada vez intento relajarme más y poco a poco lo consigo pero de verdad que es necesario ver lo bueno de vez en cuando, que a todos nos hará mucho bien.
¿Piensas que estoy como una cabra? No te cortes y coméntalo.
Besitos,
Pepita
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