Si los pies de tu vecina ves asomar, pon los tuyos a remojar

Ahora que por fin parece que el buen tiempo ha decidido hacer acto de presencia en nuestras vidas, hay que prepararse para lucir ese calzado por el que llevamos todo el otoño, invierno y parte de la primavera suspirando…la SANDALIA!!!!

El problema es que después de aproximadamente 8 meses sin ver la luz, mis pinrelillos se asemejan más a los de Frodo atravesando la tierra media, que a los de cenicienta calzándose los zapatitos de cristal; y es que si hay una parte del cuerpo fea pero de verdad, esa son los pies.

Si quieres tener unos pies finos y delicados con los que ir por la vida pisando fuerte, entonces tengo una recomendación para tí: Reserva una hora de tu preciado tiempo y dale unos mimitos a tus quesetes (o mini-goudas como los llama mi niña linda). Plantéatelo como un rato para relajarte y disfrutar y ahora te voy a dar mi ritual casero de lo más apetecible, aunque si te lo haces en un centro de belleza ya es lo más.

Lo que vas a necesitar:

• Barreño con agua tibia.
• Sal.
• Aceite- Te vale cualquiera aunque mis favoritos son de Argán, Arbol de Té y Almendras.
• 2 Pelotas de tenis.
• Toalla.
• Cortauñas, tijeras o alicates, esto también a gusto del consumidor.
• Palito de naranjo con algodón.
• Piedra pómez, lima para pedicura o Velvet Smooth, lo que tengas por casa.
• Cortacallos.
• Exfoliante o peeling para pies.
• Crema hidratante- Si tienes alguna especial para pies o con urea mejor que mejor.
• Esmalte de tu color favorito.
• Música Chill o relajante.
• Copita de vino o espumoso.
• Opcional: Joven, viril y apuesto mancebo.

Para empezar pon la música y siéntate en un sitio cómodo, no sin antes haber puesto todo lo que necesitas al alcance de tu mano.

Ahora, sumerge los pies en el barreño de agua tibia con 6 cucharadas de sal y un chorrito de tu aceite favorito, quédate relajadita durante 10 o 15 minutos. La sal hará su efecto antinflamatorio y relajante mientras hidratamos un poquito con el aceite. Si introduces también las pelotas de tenis o unas canicas para hacerlas rodar con los pies dentro del barreño tiene su punto, ya me lo contarás!. Durante esta fase, relax, sorbito de espumoso y más relax.

Sacamos los pies del barreño, los ponemos encima de la toalla y los secamos con suavidad. Ahora que ya hemos limpiado y secado, nos toca el corte, limado y retirada de cutículas. Importante: Recuerda siempre hacer el corte recto para evitar se claven los laterales. A continuación retira suavemente las cutículas con el palito de naranjo y el algodón impregnado en el aceite que utilizaste para el baño. Por último lima las uñas para que queden suavecitas.

Llega el turno del pulido. Dale otro sorbito al vino, repira hondo piedra pómez en mano y al lio: tiki tiki talones, tiki tiki almohadillas, tiki tiki laterales y tiki tiki por todos los sitios donde notes la piel más seca o agrietada. En este paso puedes sustituir la piedra pómez por la Velvet Smooth o lima de pedicura; y si con tu gracia y salero no has conseguido que se vayan las durezas del todo, ármate de valor y agarra el cortacallos para esas zonas más difíciles y castigadas, eso sí con cuidado que no sería la primera vez que me corto por apurar más de la cuenta.

Llego el momento de dar mimitos, así que aplícate el exfoliante siguiendo las instrucciones del fabricante para suavizar más aún todos los recovecos y por último date un merecido homenaje y mientras terminas de disfrutar de tu vinito, pídele a esa persona especial que te de un buen masaje (por prescripción de Pepita de un mínimo de 15 minutos, lo que pase después ya es cosa vuestra). Si no tienes a mano ningún ayudante, tu misma te bastas y te sobras para el masaje y para terminar dándote un par de manos de ese esmalte maravilloso que te hará lucir la pedicura más top (en mi caso rojo, siempre rojo).

Ahora y como rezaban las suelas de unos «Camper» que tuve hace tiempo:
PISA MORENA, DO IT WHITH GARBO!!!!!!

Y vosotras? También tenéis algún ritual o truquillo secreto?