Hace casi cinco años pasé de ser yo a ser la mamá de mi princesa. Creo que todavía en algunos aspectos me cuesta hacerme a la idea y es que cuando te planteas tener un hijo no se te pasa por la cabeza ni mucho menos como y cuanto te va a cambiar la vida, por lo menos a mí no se me había pasado.
Mí día a día antes de ser mamá era muuuuuy cómodo, me explico:
- Levantarse.
- Desayunar tranquilamente.
- Recoger la casa.
- Acicalamientos varios, también tranquilamente.
- Trabajo.
- Comer.
- Descansar un ratito, o apigazar como decía mi abuela.
- Trabajo again.
- Quedar con maridin o con amigas para tomar algo.
- Hacer la cena y cenar viendo la peli o la serie de turno.
- Dormir.
De acuerdo, también habría que meter tareas del hogar, ir a la compra, algún día ir de compras y poco más.
Los fines de semana eran más relajados aun y es que tanto mi maridin como yo somos bastante fiesteros y nos quema un poco el culete en casa así que los fines de semana cenar fuera y salir con amigos o hacer fiestas en casa era lo normal.
Entonces vino la princesa, la verdad es que tenemos 9 meses para ir haciéndonos a la idea de que se acabó lo que se daba porque durante el embarazo te puedes imaginar cómo te va a costar todo un poquito más de trabajo que antes y algunas cosas las tendrás que dejar de hacer, es decir:
- Levantarse, muy temprano siempre aunque no tengas nada que hacer.
- Desayunar tranquilamente, de tranquilo el desayuno no tiene nada.
- Recoger la casa, añade juguetes, biberones, baberos, “obras de arte”…
- Acicalamientos varios, también tranquilamente, si te da tiempo a ponerte una coleta da gracias que hay veces que salgo de casa que alguno se piensa en darme una limosna de la pena que doy.
- Trabajo.
- Comer.
- Descansar un ratito, o apigazar como decía mi abuela, esto ni pensarlo como mucho lo puedes soñar pero por las noches.
- Trabajo again.
- Quedar con maridin o con amigas para tomar algo, como mucho ir al parque o al súper con los niños.
- Bañar a los peques.
- Dar la cena a los peques.
- Cuento.
- Vaso de agua.
- Pipí.
- Más agua.
- Achuchar y dar mimos hasta que se duerman.
- Hacer la cena y cenar viendo la peli o la serie de turno, más bien dormirte mientras ves la peli o serie de turno.
Los fines de semana son muy distintos a cómo eran antes, ya no puedo salir de casa y hacer lo que me apetezca sin planearlo y a la hora que sea, ahora o maridin o yo estamos despiertos a las 7 am (reconozco que en esto pringa el más que yo), a las 11 de la mañana ya se nos cae la casa encima y es que por muchas manualidades, juegos, dibujos, tv, etc. que hagas, con niños tan pequeños se cansan muy rápido de todo, después de mirar la predicción meteorológica, vestir a los peques y hacer un tetris para que la logística silla, artículos de primera necesidad, juguetitos de exterior, juguetitos de interior…sea la más adecuada, pasamos el día fuera; si hace bueno excursión, sino a algún sitio donde tengan los niños para jugar cubierto. A las 9 como tardísimo estamos de vuelta, a las 10 de la noche los cuatro ronqueteando como lirones. Quien me ha visto y quién me ve, a las 10 de la noche de un sábado ceporreando… cuando antes no había ni salido de casa.
El caso es que luego vas al cole y la profesora de la niña te dice “se pasa varios días contando y explicando todos los planes que hacéis el fin de semana y lo bien que se lo pasa con vosotros”, entonces tú con tu cara de se me está cayendo la baba pero que no se me note, piensas en su carita sonriente, en como lo disfruta todo y en que es feliz y sabes que solo por eso merecen la pena todos esos cambios, todos tus esfuerzos, lo que haga falta y un poco más.
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